Andadera ¿Por qué NO se recomienda?


Hasta el día de hoy es muy común ver niños sentados en una andadera y corriendo por toda la casa. Las mamás dicen no saber que su uso este mal y que ponerlos ahí les permite hacer diversas actividades, incluso se preguntan que tiene de malo o que efectos negativos puede causar en su hijo.

El principal motivo para no usar una andadera es que se pone en riesgo la vida del niño.

"Las andaderas mandan a miles de niños a los hospitales cada año".

Las andaderas siguen siendo un peligro y una fuente prevenible de lesiones en los niños, a pesar de que el estándar de seguridad obligatorio en los Estados Unidos a incrementado la conciencia publica y se ha logrado disminuir su uso en los hogares.


Cifras de niños lesionados por accidentes
Un estudio publicado en Octubre 2018, encontró que el número de niños lesionados por causa de una andadera ha bajado significativamente entre 1990 y 2014 (de acuerdo con datos del National Electronic Injury Surveillance System). 

Del año 1990 al 2014, un estimado de 230,676 niños menores de 15 meses fueron tratados en los Departamentos de emergencias en los Estados Unidos, por lesiones causadas por el uso de andaderas.
La mayor parte de las lesiones por el uso de andaderas ocurren cuando el niño cae por las escaleras, provocando lesiones en la cabeza y el cuello.

Las lesiones provocadas por andaderas han disminuido un 84.5% de 1990 al 2003. A pesar de que el número de niños lesionados por andaderas ha disminuido en los últimos 25 años, aproximadamente 2000 niños fueron atendidos en los departamentos de emergencias de los EU en 2014.


¿Por qué son peligrosas las andaderas?
Las andaderas son peligrosas, aún con la supervisión de un adulto por que los bebés se pueden desplazar ¡1 metro por segundo! tiempo perfecto para que ocurra un accidente, y en el cual los padres o personas a cargo, no pueden reaccionar, es por eso que las andaderas no son seguras aún bajo la supervisión de un adulto.


"Un niño en andadera tiene cuatro veces más riesgo de caerse de un segundo piso que uno que no está en este aparato, dos veces más posibilidades de fracturas y el doble de riesgo de quemaduras y de heridas por objetos punzocortantes".


¿Qué le puede pasar a un niño que usa andadera?

• Caer por las escaleras. Lo cual frecuentemente causa fracturas y traumatismos craneales. Así es como más se lastiman los niños de andaderas.

 Quemarse. El niño alcanza más altura en la andadera por lo que puede jalar manteles con café caliente, jalar ollas de la estufa y alcanzar chimeneas o lugares calientes.

 Ahogarse. El niño puede caer en una alberca, tina, o taza de baño.

 Intoxicarse. De igual manera, al alcanzar objetos más altos, pueden llegar a estantes con medicamentos o sustancias peligrosas.
Daños físicos.
          •Favorece que el bebé apoye su peso sobre las caderas cuando aún no están preparadas para soportar ese peso.
          •Si se queda sentado con las piernas colgando, como con las mochilas no ergonómicas, favorece que el peso de las piernas tire del fémur sacándolo de su sitio.



¿Ayudan a los niños a caminar?
Por otro lado, se piensa que las andaderas ayudan a los niños a caminar pero pasa todo lo contrario, retarda el desarrollo del niño y lo fuerza a tener posturas y movimientos antinaturales, retrasando el aprender a caminar. Los niños no aprenden a caminar más rápido y de hecho, su desarrollo mental y su control muscular puede verse retrasado.

El desarrollo motor va de la mano con el desarrollo mental: el bebé primero se arrastra, luego se sienta, gatea, y, por último, camina. Este ciclo se rompe con las andaderas, que apuran un movimiento similar al caminar y que, a la larga, demorará más que camine sin apoyo.


"Los niños que gatean hacen un entrenamiento físico e intelectual para aprender a moverse; los que usan andador son más propensos a sufrir lesiones porque no llevaron ese proceso y su mente no sabe cómo coordinar o reaccionar".


Por ahora no hay pruebas científicas suficientes, pero si se hiciera un estudio pormenorizado, con estadísticas de seguimiento, seguramente nos encontraríamos con anomalías en las rodillas y pies de los niños.

Las andaderas también hacen que los niños no se vean las piernas y altera la relación del niño con el espacio. Además, la naturaleza no nos enseña a caminar con las piernas abiertas, pero la andadera sí hace que El Niño se movilice con las piernas abiertas.



¿Qué pueden hacer los padres?

 Deshacerse de las andaderas: También asegurarse de que no hay andaderas en los lugares en que el niño es cuidado (guarderías, estancias, en casa de los abuelos, etc).


 Probar algo igual de entretenido y divertido, pero seguro, como:
  • Centros de actividades estacionarios: No columpios o andaderas sin rueditas, sino mesas con juegos y actividades.
  • Áreas de juegos: Una zona segura donde el niño se puede sentar, gatear, parar o caminar.
  • Sillas altas: Algunos niños disfrutan sentarse en las sillas altas y jugar con juguetes en la mesita.

Estándares de Seguridad:
En 1997 se implementaron nuevos estándares de seguridad para las andaderas. Los cuales son: ser más anchas para evitar su paso por las puertas y tener frenos para detenerlas en el borde de un escalón. sin embargo esto no previene del todo los accidentes debido a que tienen rueditas y los niños pueden desplazarse fácilmente y ganar altura.

La Academia Americana de Pediatría hace un llamado para la prohibición de la manufactura y venta de andaderas en los Estados Unidos.

Ojalá en México lleguemos algún día a la prohibición voluntaria de estos “juguetes”, como la que existe en Canadá desde el 2004.



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