¿Se debe seguir una dieta especial durante la Lactancia?
La leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y lactantes, los provee de salud y buena alimentación. Los nutrientes presentes en la leche proceden de la dieta de la madre o de sus reservas de nutrientes. Sin embargo las reservas nutricionales de una mujer lactante pueden estar más o menos agotadas como resultado del embarazo y la pérdida de sangre durante el parto (Hui-Min y col., 2019; Ares y col., 2016).
Las necesidades nutricionales de la mujer aumentan durante el embarazo y la lactancia. Durante la lactancia las glándulas mamarias tienen una cierta autonomía metabólica que garantiza la adecuada composición de la leche. Todas las madres, a no ser que se encuentren extremadamente desnutridas, son capaces de producir leche en cantidad y calidad adecuadas.
La leche materna tiene una composición bastante constante y la dieta de la madre solo afecta a algunos nutrientes (Ares y col., 2016).
¿Qué nutrientes de la leche materna dependen de la dieta de la madre?
La leche de toda madre, a pesar de que esté presente una malnutrición, posee un excelente valor nutricional e inmunológico. El cuerpo de la madre siempre prioriza las necesidades del bebé y, por ello, la mayoría de los nutrientes, como el hierro, el cinc, el ácido fólico, el calcio y el cobre se siguen excretando en la leche a un nivel adecuado y estable, a expensas de los depósitos maternos (Ares y col., 2016).
Estudios recientes han encontrado que la nutrición de la madre tiene muy poco o ningún efecto en la cantidad de macronutrientes (carbohidratos, proteínas) de la leche materna. De igual manera sucede con el calcio y el hierro.
Sin embargo, los ácidos grasos, las vitaminas hidrosolubles y las vitaminas A y D son los componentes más sensibles a los hábitos alimenticios de la madre. Si la madre no los consume en dieta, la leche materna si los presentará, pero sus cantidades serán variables (Ares y col., 2019; Hui-Min y col., 2019).
Estudios recientes han encontrado que la nutrición de la madre tiene muy poco o ningún efecto en la cantidad de macronutrientes (carbohidratos, proteínas) de la leche materna. De igual manera sucede con el calcio y el hierro.
Sin embargo, los ácidos grasos, las vitaminas hidrosolubles y las vitaminas A y D son los componentes más sensibles a los hábitos alimenticios de la madre. Si la madre no los consume en dieta, la leche materna si los presentará, pero sus cantidades serán variables (Ares y col., 2019; Hui-Min y col., 2019).
Nutrición y Alimentación en la Lactancia
Las mujeres que no obtienen suficientes nutrientes a través de su alimentación pueden estar en riesgo de deficiencia de algunas vitaminas y minerales que cumplen funciones importantes. Estas deficiencias se pueden evitar si la madre mejora su dieta o toma suplementos nutricionales.
¿Que cantidad de alimentos necesita una mujer Lactante?
Para lograr un estado de nutrición óptimo y una adecuada producción de leche, la cantidad de alimentos que necesita una mujer lactante dependerá de su edad, el peso previo al embarazo, el nivel de actividad y el metabolismo individual; la duración y la intensidad de la lactancia también influyen significativamente en las necesidades nutricionales de la madre.
Para conseguir un buen estado nutricional durante la lactancia, la mujer tiene que aumentar la ingesta de nutrientes y evitar una dieta menor de 1800 calorías al día (Ares y col., 2016).
Requerimientos Nutricionales durante la Lactancia
Calorías.
Las recomendaciones nutricionales de la mujer lactante se basan fundamentalmente en la cantidad y composición de la leche producida.
En los primeros 6 meses después del parto se estima que se producen unos 750ml de leche al día y la energía requerida para producirla es de aproximadamente 525 kcal.
Sin embargo, un tercio de la energía que se gasta en el día es aportada por las reservas del embarazo (150 kcal/día aprox).
El consumo calórico recomendado durante la lactancia es de 2300 - 2500 kcal al día para alimentar a un hijo y de 2600 - 3000 para la lactancia de gemelos.
Se debe evitar las dietas que aporten menos de 1800 kcal al día, ya que cuando la ingesta es inadecuada pueden afectarse las reservas maternas (Ares y col., 2016).
Proteínas.
El aumento de las necesidades de proteínas durante la lactancia es mínimo comparado con el de las calorías. Sin embargo, si no se ingiere una cantidad suficiente de proteínas la concentración de la caseína en la leche puede ser insuficiente (La caseína es necesaria para la absorción de calcio y fosfato en el intestino del lactante y funciones inmunomoduladoras).
La ingesta diaria recomendada es de 65 g a los 0-6 meses del bebé y de 62 g a los 6-12 meses del bebé.
La resistencia a la insulina depende de la calidad de la proteína aportada por la dieta. La ingesta de proteínas derivadas del pescado parece tener efectos favorecedores sobre la regulación y la sensibilidad a la insulina a largo plazo (Ares y col., 2016).
Hidratos de Carbono.
La lactosa es el hidrato de carbono predominante en la leche materna y es esencial para la nutrición del cerebro del niño. Su concentración es menos variable, en comparación con otros nutrientes, sin embargo su producción se reduce en las madres con desnutrición grave. La ingesta diaria recomendada es de 210 g (Ares y col., 2016; Flores-Quijano y Heller-Rouassant, 2016).
Lípidos.
Los lípidos de la leche proporcionan la fracción más importante de calorías en la leche materna; sin embargo, son los componentes más variables en contenido y calidad.
La composición de los ácidos grasos en la leche materna esta influenciada por factores ambientales y genéticos, como son la etapa de lactancia, la dieta materna, parto a término, edad de la madre, el número de parto y diabetes gestacional. Estudios recientes han demostrado que la cantidad de ácidos grasos en la leche materna, especialmente los poliinsaturados varían dependiendo de la dieta de la madre.
La composición de los ácidos grasos en la leche materna esta influenciada por factores ambientales y genéticos, como son la etapa de lactancia, la dieta materna, parto a término, edad de la madre, el número de parto y diabetes gestacional. Estudios recientes han demostrado que la cantidad de ácidos grasos en la leche materna, especialmente los poliinsaturados varían dependiendo de la dieta de la madre.
Es necesario el aporte de omega-3 para el desarrollo óptimo del cerebro, la retina y el oído. El contenido de colesterol en la leche materna es muy variable y se relaciona con el tiempo de lactancia, la edad de la madre, la alimentación, la estación del año y el lugar de residencia.
La ingesta de grasa durante la lactancia, es la misma recomendada para la población general (Ares y col., 2016; Hui-Min y col., 2019; Mesilati-Sthay y col., 2019).
Sal.
No se ha demostrado relación entre el consumo de sal durante la lactancia y la concentración de sodio en la leche materna. Se recomienda consumir poca sal y que esté enriquecida con yodo.
Vitaminas.
La concentración de algunas vitaminas de la leche, depende del nivel de la madre. Como lo son la vit B1 (tiamina), vit B2 (rivoflavina), vit B6, vit B12, vit E y vit A. Por lo que se recomienda un aumento de la ingesta durante la lactancia.
Vitaminas Liposolubles
Vitamina A
Está implicada en las reacciones fotoquímicas en la retina, es antioxidante y tiene propiedades antiinfecciosas. Su contenido en la leche, disminuye a medida que progresa la lactancia. Se puede obtener la ingesta diaria recomendada con una dieta equilibrada, sin necesidad de suplementación. La ingesta diaria recomendada es de 600 μg.
Vitamina D
Es frecuente que las mujeres lactantes y embarazadas, presenten deficiencia de vit D. Las madres que han restringido la ingesta de alimentos (como los veganos) y las que tienen una exposición limitada a la luz solar, pueden tener niveles plasmáticos muy bajos. La ingesta diaria recomendada es de 5 μg.
Vitamina E
Su concentración en la leche materna es sensible a la ingesta de la madre, por lo que se deben dar suplementos si la ingesta no es adecuada. La ingesta diaria recomendada es de 4 mg.
Vitamina K
Esta vitamina además de ser ingerida en la dieta, también es producida por las bacterias que recubren el tracto gastrointestinal. Si la dieta es adecuada, no es necesario un suplemento.
La ingesta diaria recomendada es de 90 μg.
Vitaminas Hidrosolubles
Su concentración en la leche depende del nivel de la madre, por lo que una deficiencia materna, puede condicionar una deficiencia en el lactante.
Vitamina B6 (piridoxina)
Las reservas acumuladas durante la gestación, son de gran importancia en las primeras semanas de vida. La deficiencia de esta vitamina en los lactantes puede provocar dermatitis y/o síntomas neurológicos. La ingesta diaria recomendada es de 2 mg.
Vitamina B12 (cianocobalamina)
Si la madre está bien nutrida, las concentraciones de vit B12 serán adecuadas. Sin embargo, si se presentan concentraciones bajas (como en mujeres veganas, madres desnutridas o con anemia perniciosa) es importante la suplementación, ya que su deficiencia puede tener efectos neurológicos a corto y largo plazo en el lactante. La ingesta diaria recomendada es de 2.8μg .
Ácido fólico
El nivel recomendado puede ser alcanzado fácilmente con la dieta o con suplementación si es necesaria. La ingesta diaria recomendada es de 500μg .
Oligoelementos y minerales
La mayoría de los minerales no parecen estar correlacionados con la ingesta materna, excepto el hierro y el yodo.
Hierro
Se recomienda la suplementación de hierro para recuperar las pérdidas durante el parto, aunque las mujeres con lactancia materna exclusiva presentan habitualmente amenorrea durante al menos 6 meses, y por tanto, en ese periodo no tienen pérdidas de hierro con la menstruación. Por lo tanto, se podría decir que la lactancia tiene un efecto protector de la deficiencia materna de hierro. Los suplementos de hierro no aumentan su nivel en la leche. La madre que lacta no necesita suplementos de hierro a no ser que padezca anemia ferropénica. La ingesta diaria recomendada es de 27 mg (AEP, 2015; Ares y col., 2016).
Calcio
El calcio es esencial durante la lactancia y existe una regulación específica que incluye una mayor absorción, una disminución de la excreción renal y una mayor movilización del calcio óseo. Dar Lactancia materna mejora la densidad ósea, protege contra las fracturas osteoporóticas de cadera, vértebras y extremidades superiores y el efecto es mayor a mayor tiempo de amamantamiento. Para satisfacer las necesidades de calcio, la AAP recomienda que la madre lactante consuma 5 porciones diarias de cualquier alimento rico en calcio, como yogur bajo en grasa, queso, sardinas, salmón, brócoli, semillas de sésamo y coles. La ingesta diaria recomendada es de 1000 mg (AEP, 2015; Ares y col., 2016).
Cinc
Es esencial para el crecimiento, la inmunidad celular y la formación de enzimas. Se recomienda aumentar la ingesta de cinc en un 50% durante la lactancia. La ingesta diaria recomendada es de 12 mg.
Selenio
Es un mineral que interviene en el sistema inmune, el metabolismo del colesterol y la función de la tiroides. Su presencia en la leche materna, es 3 veces mayor que en fórmulas artificiales. La ingesta diaria recomendada es de 70μg .
Yodo
Las necesidades en la lactancia son casi el doble de las de un adulto sano, ya que además de cubrir sus propias necesidades, tiene que garantizar que el bebé reciba a través de la leche el yodo que necesita para la síntesis de hormonas tiroideas.
La ingesta diaria recomendada es de 290μg al día.
La sal yodada aporta la mitad de las necesidades durante el periodo de lactancia, por lo que la American Thyroid Association recomienda que reciban un suplemento de 200μg al día en forma de yoduro potásico (Ares y col., 2016).
¿Se pueden alcanzar los requerimientos nutricionales con dieta?
Se ha comprobado que las necesidades maternas pueden variar a lo largo de la lactancia. La ingesta adecuada de energía y una dieta equilibrada que incluya frutas, verduras y productos de origen animal ayudan a garantizar que las mujeres no presenten deficiencias tanto en el embarazo como en la lactancia.
Los requerimientos de algunos nutrientes, especialmente hierro, yodo, ácido fólico y vitamina A, son más difíciles de alcanzar a través de la ingesta, por lo que puede ser necesario administrar suplementos o tomar alimentos naturales fortificados con estos nutrientes (Ares y col., 2016).
Se recomienda que en cada visita posnatal, tanto la madre como el niño sean examinados y se debe proporcionar asesoramiento sobre la alimentación saludable (Ares y col., 2016).
Una dieta moderadamente hipocalórica (1.765 kcal/día aprox (varía para cada madre de acuerdo a su peso, estatura, estado de salud, actividad física) permite adelgazar gradualmente sin afectar la producción y composición de la leche.
La dieta será más eficaz si se acompaña de ejercicio físico diario (AEP, 2015).
Adelgazamiento
Parte del aumento de peso en el embarazo, constituye una reserva para la lactancia y las madres que lactan suelen perder de medio a un kilo al mes aproximadamente, durante los primeros 6 meses. Pero muchas madres empiezan a perder peso hasta los 3 meses después del parto e incluso algunas, ganan peso.Una dieta moderadamente hipocalórica (1.765 kcal/día aprox (varía para cada madre de acuerdo a su peso, estatura, estado de salud, actividad física) permite adelgazar gradualmente sin afectar la producción y composición de la leche.
La dieta será más eficaz si se acompaña de ejercicio físico diario (AEP, 2015).
Mitos de la Lactancia
Agua.
El agua representa entre el 85 y 95% del volumen total de la leche. Diversos estudios han demostrado que forzar la ingesta de líquidos por encima de lo requerido, no aumenta la producción de leche, ni tiene algún efecto beneficioso para la lactancia.
También existe la creencia de que no se puede tomar agua mientras el bebé está en su toma, por que en lugar de leche, lo que estará tomando es agua, lo cual es totalmente falso (AEP, 2015; Ares ycol., 2016).
Ingesta calórica.
Un incremento en la ingesta calórica de la dieta de la madre produce un aumento en la producción de leche únicamente en madres desnutridas, no en madres con peso normal (AEP, 2015).
Desnutrición.
El que una madre esté desnutrida, no es motivo para destetar. Lo que se debe hacer en este caso es alimentar mejor a la madre, para a través de su leche nutrir al bebé (AEP, 2015).
Alimentos prohibidos.
No existen alimentos prohibidos durante la lactancia. Algunos alimentos pueden pasar su sabor a la leche y pudiera molestar a algunos niños. Pero eso es por gustos personales y no se considera como un problema grave.
Tampoco existen alimentos obligatorios para producir más leche.
La madre puede comer lo que quiera, siguiendo las recomendaciones de una dieta saludable para un adulto sano (AEP, 2015).
También existe la creencia de que no se puede tomar agua mientras el bebé está en su toma, por que en lugar de leche, lo que estará tomando es agua, lo cual es totalmente falso (AEP, 2015; Ares ycol., 2016).
Ingesta calórica.
Un incremento en la ingesta calórica de la dieta de la madre produce un aumento en la producción de leche únicamente en madres desnutridas, no en madres con peso normal (AEP, 2015).
Desnutrición.
El que una madre esté desnutrida, no es motivo para destetar. Lo que se debe hacer en este caso es alimentar mejor a la madre, para a través de su leche nutrir al bebé (AEP, 2015).
Alimentos prohibidos.
No existen alimentos prohibidos durante la lactancia. Algunos alimentos pueden pasar su sabor a la leche y pudiera molestar a algunos niños. Pero eso es por gustos personales y no se considera como un problema grave.
Tampoco existen alimentos obligatorios para producir más leche.
La madre puede comer lo que quiera, siguiendo las recomendaciones de una dieta saludable para un adulto sano (AEP, 2015).
Conclusiones
- La mujer lactante debe seguir una dieta normal, sin restricciones.
- El aumento de calorías y/o agua en el día, no hará que la producción de leche aumente.
- No existen alimentos que puedan aumentar la producción de leche.
- No se necesitan suplementos durante la lactancia, a no ser que no se consuman en la dieta cantidades suficientes de ácidos grasos (omega 3), yodo, vitamina B6, vitamina B12 (especialmente en madres veganas), vitamina A y vitamina D (si no se expone a la luz solar).
- La mujer lactante puede seguir una dieta hipocalórica suave, si desea perder peso con mayor rapidez.
Gracias por leerme y ser parte de una #MaternidadResponsable
Referencias
Asociación Española de Pediatria (AEP). 2015. Manual de Lactancia Materna. Editorial Medica Panamericana. Capitulo 10B. Dieta y suplementos para la madre Lactante. 87-90.
Asociación Española de Pediatria (AEP). 2015. Manual de Lactancia Materna. Editorial Medica Panamericana. Capitulo 10B. Dieta y suplementos para la madre Lactante. 87-90.
Ares SS, Arena AJ y Díaz-Gómez NM. 2016. La importancia de la nutrición durante la lactancia, ¿necesitan las madres lactantes suplementos nutricionales?. Anales de pediatría. 84 (6): 327-347
Flores-Quijano ME y Heller-Rouassant S. 2016. Embarazo y Lactancia. Gaceta Médica de México. 152 (1): 6-12.
Hui-Min T, Yi-Xia W, Yi-Qi L, Xue-Yan C, Miao Y, Tong L y Lin X. 2019. dietary patterns affect maternal macronutrient intake levels and the fatty acid profile of breast milk in lactating Chinese mothers. Nutrition. 58(2019):83-88.
Mesilati-Sthay R, Singer P y Argov-Argaman N. 2019. Nutrition through the life cycle: Lactation. Encyclopedia of Food Security and Sustainability. 2(2019):75-81.
Flores-Quijano ME y Heller-Rouassant S. 2016. Embarazo y Lactancia. Gaceta Médica de México. 152 (1): 6-12.
Hui-Min T, Yi-Xia W, Yi-Qi L, Xue-Yan C, Miao Y, Tong L y Lin X. 2019. dietary patterns affect maternal macronutrient intake levels and the fatty acid profile of breast milk in lactating Chinese mothers. Nutrition. 58(2019):83-88.
Mesilati-Sthay R, Singer P y Argov-Argaman N. 2019. Nutrition through the life cycle: Lactation. Encyclopedia of Food Security and Sustainability. 2(2019):75-81.
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